BRUMA DEL ESTRECHO Paraje Marín 2022 Magnum

BRUMA DEL ESTRECHO Paraje Marín Magnum 2022 (14,95 €), elaborado por Bodega Bruma del Estrecho, es un vino tinto de la D.O. Jumilla elaborado con las mejores uvas de Monastrell y con 14º de alcohol. Es un proyecto personal de Elena Pacheco e Isio Ramos que nace de la ilusión por hacer vinos 100% Monastrell de diferentes parajes o parcelas de la DOP Jumilla dejando que cada uno se exprese en función de su microclima, suelo, localización y edad del viñedo, mediante métodos de cultivo y elaboración aprendidos de los agricultores de la zona.

El paraje llamado Estrecho de Marín, es un valle creado por el acercamiento de la montañas Rajica de Enmedio al este y Solana Sopalmo al oeste.
Es la zona más cálida y seca de la DOP Jumilla y aquí luchamos y trabajamos por conseguir uvas equilibradas y frescas, huyendo del eterno concepto de sobremadurez.

Las cepas de este vino están en ambas laderas del valle: las parcelas del este, más sombrías, aportan frescura, mineralidad, elegancia, mientras que las del oeste, con mayor número de horas de sol, aportan la madurez y calidez características de la variedad Monastrell.

Son plantaciones en vaso con marcos tradicionales de 2,80 x 2,80 m.
El suelo muy pedregoso y permeable, por lo que puede mantener la poca humedad existente. Son en su mayoría suelos profundos donde las raíces se hunden y pueden sobrevivir así a situaciones extremas de sequía.

CARACTERÍSTICAS

D.O.: Jumilla

Tipo: Tinto joven 

Año: 2021

Variedad: 100% Monastrell

Grado: 14 % vol.

Producción: 26.000 botellas

VIÑEDO

Nombre: Viñedos del Paraje Estrecho de Marín (sur de la DOP Jumilla)

Descripción: Plantaciones en vaso con marcos tradicionales de 2,80 x 2,80 m.

Altitud: 400 m

Edad: 26 años

Suelo: Calizo semiárido. Muy pedregoso y permeable.

Clima: Clima mediterráneo seco. Precipitación anual 250 lt/m2 en 2019

Rendimiento: 3.800 kg/ha

ELABORACIÓN

Vendimia: Manual, realizada a mediados de septiembre de 2019

Vinificación: En depósito de hormigón durante 7 meses

Conjugamos el saber hacer con las emociones que nos transmiten los agricultores mayores de la zona, con su forma de trabajar la parcela en función de su suelo, orientación y marco de plantación, para conseguir vinos delicados, frescos y dinámicos como los de la gama Bruma del Estrecho.

Elena Pacheco:

Nacida en Jumilla en abril de 1973. Hija de Francisco Pacheco y Emilia Martínez, tiene tres hermanas, María del Carmen, María José y Emi.
Es técnica especialista en Viticultura y Enotecnia, y Máster en Viticultura, Enología y Marketing del vino.
La mayor parte de su vida ha transcurrido entre Jumilla y el Estrecho de Marín, que es donde está ubicada la bodega familiar, fundada en 1948 por su abuelo. Posteriormente su padre continuó con el negocio que hoy dirige ella. Ha heredado de ellos el amor y la pasión por la uva Monastrell, esencia distintiva de Jumilla, y la ilusión por elaborar vinos de calidad a partir de esta variedad.
Se considera una persona afortunada de trabajar en lo que le gusta y de poder hacerlo en su entorno familiar. Lleva más de veinte años relacionada directamente con el mundo del vino y sabe lo mucho que queda por conocer y aprender, lo cual es una motivación especial para seguir trabajando por la uva y el vino de Jumilla.

 Isio Ramos:

Nacido en Santiago de la Ribera en septiembre de 1974. Hijo de Paco Ramos, el maestro, y María José Jiménez, está casado y tiene dos hijos, Isio y Marina.
Desde 2004 se dedica a la distribución de vinos y es miembro de la Wine & Spirit Education Trust desde 2006. Aunque su pasión por la vid comenzó tarde, su perseverancia, inquietud y curiosidad le han convertido en un gran conocedor y catador de vinos.
Tras años de colaboración con Elena para su proyecto en Asia, surge la idea de colaborar en la realización de vinos de uva Monastrell,  con identidad y sin maquillaje, que reflejen la zona de donde provienen y con un estilo marcado por la forma que ambos tienen de entender el vino.
Este proyecto es un paso más en su carrera para poder seguir aprendiendo y devolver al mundo del vino un poco de todo lo que le ha dado: amistad, emoción, conocimiento y sacrificio.